OLIVENÇA CELEBRA DERROTAS
Olivenza van a celebrar la Guerra de las Naranjas con una gran representación del acontecimiento. Supongo que habrá soldados españoles que ataquen la fortaleza, ciudadanos oliventinos que la defiendan, sean soldados, sean civiles, y al final habrá conquista española, quizás algún saqueo si se quiere ser fieles a las guerras de antaño y después se celebrará algún evento gastronómico para festejar la fecha. La celebración se las trae. Los oliventinos celebran que fueron conquistados y derrotados, algo impensable en otras ciudades, que suelen celebrar sus victorias y triunfos, nunca sus derrotas. Esta 'Macrorrepresentación de la Guerra de las Naranjas' está levantando muchas ampollas en Portugal, aunque lo más destacable es la esquizofrenia que supone celebrar que a tus antepasados se los cargó un ejército enemigo, aunque tú ahora formes parte del país que te conquistó y estés encantado de ello. Solo conozco un caso parecido en Extremadura, se trata de la llamada Torre de Bujaco de Cáceres, nombrada así en honor del caudillo árabe Abu Jacob, que se cargó en esa torre a los últimos caballeros cacereños en una de las varias reconquistas de la ciudad. Aunque en ese caso pudiera haber truco y llamarse de Bujaco en honor a un 'muñeco' que en ella había. Sería más lógico pues a nadie se le ocurre ponerle a una torre el nombre del caudillo que mató a los tuyos. A nadie salvo a los oliventinos, que han tenido la idea de festejar la guerra que los derrotó y celebrar la conquista que acabó con tantos de sus antepasados.
J.R. Alonso de la Torre
"HOY", 21-Novembro-2011
Resposta do Dr. António Marques enviada ao HOY, publicada em 17-11-11
Al igual que con los individuos, las comunidades humanas también pueden vivir un proceso de alienación, olvidando o negando su realidad, su esencia y su identidad.
Ocurre esta observación à causa de Olivenza y una vez que ha sido anunciada la "Macrorepresentación de la Guerra de las Naranjas".
No por constituir inesperada ofensa contra Portugal y los portugueses, amigos de Olivenza, que han de interrogar-se acerca de la razón de la iniciativa, ni porqué sea de dar relievo al evolucionar de Olivenza de los últimos dos siglos, asunto que se va a dejar a los historiadores, diplomáticos y políticos.
Lo que es extraño, como actitud esquizofrénica, es que los oliventinos, ellos mismos, van a promover la "celebración" de un conflicto central de su historia - para algunos hoy en día patético, pero ciertamente trágico para aquellos que lo vivieron y sufrieron - en el que sus antepasados, sus mayores, se vieron atacados, derrotados, conquistados y dominados por la fuerza de las armas.
Lo amargo, es que los oliventinos de ahora admitan tratar como "un macroespectáculo de 18 días" la tragedia de los oliventinos de 1801 y que, con el "macrorepresentación" en la cual Olivenza celebra la victoria de otros y celebra derrota suya, mistifiquen los miedos y los horrores sufridos 210 años atrás, negando su historia y la memoria de sus antepasados, como quien va de tirar piedras en sus tumbas. Antonio Marques
(antigo Presidente do Grupo dos Amigos de Olivença)